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Plopp og tidsmaskinen (spansk)

La familia Plopp amaba la ciencia. Su casa estaba llena de inventos. Por ejemplo, tenían una nevera bailarina. Nadie entendía por qué la familia Plopp la necesitaba. ¿Una nevera que podía bailar? "Tonterías", decían los vecinos.

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Un día, mientras cenaban, el más joven, Purre Plopp, tuvo una idea. Propuso hacer una máquina del tiempo. Todos estuvieron de acuerdo. Les pareció una idea brillante.

-¡Empezamos de inmediato! -dijo mamá Plopp. -¡Por supuesto! Necesitamos una escoba, cuatro tenedores, una silla negra y una bota de goma -dijo el papá Plopp-. Le encantaban los nuevos desafíos. ¡Esto iba a ser divertido!

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Les llevó muchas semanas, pero finalmente la máquina del tiempo estaba lista. Estaban emocionados por probar la nueva invención.

-¿A dónde vamos a viajar? -preguntó papá Plopp.

-¡Vamos a viajar de regreso a 1998! -dijo Polly Plopp.

-¡Genial! ¡Hurra! ¡Fantástico! -respondió el resto de la familia.
Todos pensaron que era una idea genial.

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Se subieron a la máquina del tiempo. La mamá Plopp pulsó el botón. La máquina del tiempo se puso en marcha. Atravesaron el tiempo. La máquina del tiempo hacía ruidos extraños. Estaban muy emocionados.

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Dos segundos después, llegaron. Salieron de la máquina del tiempo.

-¡Guau, eso fue rápido (ha sido rápido / qué rápido ha sido el viaje)! -dijo mamá Plopp. -¡(Qué increíble que haya funcionado) Piensa que funcionó! -dijo papá Plopp. Estaban emocionados por explorar 1998.

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Todo era diferente. La gente llevaba otra ropa. Nadie tenía un smartphone. 

-¡Mira, qué ropa tan divertida! -dijo Polly Plopp. 

-¡Mira, qué cortes de pelo tan divertidos! -dijo Purre Plopp.

 -Vamos a entrar aquí -dijo papá Plopp y abrió la puerta de una tienda.

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Entraron en la tienda. Era una tienda de CDs. La familia Plopp no sabía lo que era. Tenían mucha curiosidad. Compraron un CD de Spice Girls. También compraron un reproductor de CD para poder escucharlo en casa.

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Luego pasaron por delante de un cine. 

-¿Entramos? -preguntó Purre Plopp.

 Compraron cuatro entradas. Luego compraron refrescos y palomitas en el quiosco antes de entrar en la sala y sentarse. La película se llamaba Titanic. Les gustó, pero lloraron porque era muy triste.

 

Después de la película, se enviaron una postal a sí mismos en el futuro. Escribieron sobre la divertida ropa, la emocionante tienda de CDs y la triste película.

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La familia se rió y disfrutó mucho. Luego regresaron con su nuevo reproductor de CD. Había sido una experiencia divertida.

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